sábado, 21 de julio de 2012



















 






























La actriz trabaja en las grabaciones de la recta final de “Inversiones el ABC” los proyectos tocan a su puerta y su corazoncito está feliz. Jessica San Juan olvidó esos nueve meses donde vivió en el infierno de las agresiones y ahora separada y lejos de los golpes, disfruta de un camino lleno de logros, de un nuevo amor y de la televisión, una pasión que lleva en las venas.





Una cirugía riesgosa...
"Cuando tenía tres meses me diagnosticaron apendicítis... El dolor, por dentro y por fuera, era tenaz, como una especie de gastrítis muy fuerte. Pero me preocupaba más que no le fuera a pasar nada a mi bebé, que la misma cirugía".

"Me pusieron anestesia epidural y en plena intervención le dije al médico que me estaba doliendo mucho... La recuperación pasó rápido y solo quedó una pequeña cicatriz".























¿Y qué dice Martín?

Nos vemos como una familia feliz y siempre le pedimos al cielo
y los ángeles que estemos unidos, amándonos cada día más, los tres en nuestra burbujita. Me veo en una casa hermosa, llena de verde, con Luciano corriendo por todas partes y felizmente enamorada de Martín y el bebé y también pensamos en el segundo.





¿Y el matrimonio?

Casarme por la iglesia o por alguna religión no es mi sueño.

Pero sí me gustaría hacer una reunión con los amigos para celebrar el amor. Así lo hemos hablado con Martín.




















¿Cómo empezó la historia con Martín?
Después de terminar mí última relación (con Diego Cadavid), quería viajar a visitar a mi mejor amigo en España. No pude porque tenía mi visa vencida y terminé visitando a Martín, que simplemente era mi amigo; había una química especial pero nada más.


¿Cómo define este amor?

Siento un respaldo total como hombre que nunca había experimentado con una pareja. Es paz, tranquilidad, ternura y sé que siempre va a estar ahí. Cada día me siento más enamorada de él y no quiero que perdamos eso nunca.









¿Será mamá de tiempo completo?
Tomé la decisión de ser mamá y voy a serlo, no voy a parir un niño más en el mundo y le voy a dedicar el tiempo que yo crea necesario.

¿Y el trabajo?

Si se llega a presentar un proyecto con el que yo haya soñado
mucho, cargaría con mi hijo como un canguro, pero quiero estar pegada a él durante los dos o tres primeros años.

¿Quiere más hijos?

Quisiera tener otro hijo, volver a sentir de nuevo todo esto, esta magia, esta maravilla que es ser mamá.